Después de cantar disfrutamos de nuestro pasacalles, amenizado por una divertida charanga.
Cuando llegamos a nuestro cole, había una gran sorpresa... ¡Había un circense de verdad!. Grandes y pequeños estábamos con la boca abierta disfrutando de un gran espectáculo... y es que todo nos resulta poco para que nuestros peques aprendan felices y lo pasen genial.




No hay comentarios:
Publicar un comentario