lunes, 6 de febrero de 2017

"PROBLEMAS" EN LA DIRECCIONALIDAD: ESCRITURA EN ESPEJO

Es frecuente que niños/as en edad de aprendizaje de la lectoescritura realicen la grafía de ciertas letras (por ejemplo la letra S, P ,D) y números (5,7) rotados sobre su eje vertical, es lo que se llama escritura en espejo o rotación. Por lo general, esta escritura en espejo se produce con una sola grafía de la palabra y no con todas, y además no impide que el niño/a sea capaz de leer lo que ha escrito correctamente o de resolver sumas y restas sin que le afecte esta rotación de letras o números.

Posibles causas

No existe una explicación única a este fenómeno, sino que podemos hablar de varias causas que pueden estar detrás de la rotación o escritura en espejo:

- En muchos casos, este hecho es debido a una inmadurez neurológica en el alumno/a (hasta los 7 años) en los procesos relacionados o que intervienen en la escritura: esquema corporal, lateralidad, visomotricidad, coordinación óculo manual, etc. Algunos alumnos/as se encuentran más inmaduros/as y tardan más en alcanzar un desarrollo óptimo para la escritura presentando dificultades como la escritura en espejo. Estos síntomas suele remitir evolutivamente en la mayoría de los casos, en otros continuarán presentes.

- El alumno/a puede presentar problemas a nivel perceptivo visual. Es decir puede presentar dificultades para discriminar, diferenciar y reconocer las letras como signos gráficos. Cada letra tiene unas características gráficas distintas a las otras, así como una direccionalidad propia, y es precisamente en diferenciar dichas características en lo que pueden fallar estos alumnos/as. Así mismo, pueden presentar dificultades de organización espacial, es decir, presentan fallos a la hora de trascribir la imagen mental de la letra que posee al papel o fallos incluso a la hora de copiar letras según un modelo.
Se trata de niños/as que, para reconocer un signo gráfico, toman en cuenta la forma de sus elementos más que a su dirección. Una “bolita” y una “raya” pueden bastar para trazar una “b”, que será “b” para ellos aunque hayan trazado “d”. No ven esto como problema  porque la totalidad de la palabra dice lo que ellos quieren (en el caso del ejemplo, “doca” está diciendo, para ellos, “boca”).

- Muy relacionado con lo anterior se encuentra el hecho de que el alumno/a puede presentar una lateralidad aún no definida en su totalidad, así como dificultades de organización espacial (reconocimiento de derecha e izquierda). Estos alumnos/as suelen tener dificultades en proyectar su lateralidad al papel. Es decir, necesitan todavía reforzar la organización del espacio plano (el de la hoja de papel), que para efectos de la lectura y escritura debiera tener lados (izquierda, derecha; arriba, abajo) y direcciones (de izquierda a derecha, de arriba abajo). Estas dificultades pueden tener su originen en las propias dificultades de lateralidad y organización espacial del alumno/a o en el hecho de que nunca han sido guiados para ello. Así mismo también puede influir la presencia de lateralidad cruzada (por ejemplo, predominancia de mano diestra, pie diestro y ojo zurdo).

En algunas ocasiones es posible que se trabajara con la pizarra. Esto es importante porque la memoria visual mantiene una imagen tan poco tiempo que, cuando el niño/a ve un signo en la pizarra al bajar la mirada a su cuaderno este ya desapareció.

- Suele llamar la atención que esta escritura en espejo aparece frecuentemente en palabras muy comunes para el alumno/a, incluso en su propio nombre. Este puede ser debido a que la familiaridad trae por consecuencia una mayor automaticidad en la escritura y por lo tanto un menor cuidado.

- Si bien las rotaciones aparecen con más frecuencia cuando se escribe en forma no ligada, esto no quiere decir que el estilo de letra sea el causante.  Lo que sucede en que la escritura no ligada está dando oportunidad para que se exhiban problemas que de otra manera no habrían sido vistos o que podrían afectar de otros modos en las situaciones en que se usa la escritura ligada.

- Esta escritura en espejo puede darse también en base a posibles causas oftalmológicas: el astigmatismo, que dificulta la visión, puede producir incomodidad en los niños/as para examinar detalles en signos que no les son familiares; igualmente, la poca discriminación de fondo y forma, y así otras. Por ello es primordial como primer paso a seguir, si no se ha hecho con anterioridad, la revisión de la visión del alumno/a.

- Por último, también pueden influir aspectos motivacionales, sociales y emocionales. Nuestra escritura refleja nuestro estado emocional y en muchas ocasiones se ha comprobado como estas dificultades aumentan ante situaciones emocionales inestables o de carencia afectiva.

Escritura en espejo y alumnado zurdo

Los zurdos tienen una tendencia natural a escribir en espejo y a hacer giros invertidos  debido a que estos tienen una lateralidad funcional diferente. El movimiento de progresión del niño/a zurdo es de derecha a izquierda; pero al adaptarse a las normas escriturales debe hacerlo de izquierda a derecha.
Por tanto existen bastantes diferencias entre escribir con la mano derecha o con la mano izquierda, en cambio la manera de enseñar es la misma para los dos. En concreto, pueden señalarse las siguientes diferencias, debidas tanto al tipo de progresión de la escritura con una u otra mano como a las condiciones del aprendizaje:
1. La mano derecha se aleja del centro del cuerpo al escribir (abducción), mientras que la mano izquierda avanza hacia el centro del cuerpo (aducción), de forma más laboriosa.

2. La mano derecha progresa por delante de lo escrito, mientras que la izquierda avanza por detrás, lo que puede dificultar la visión del renglón y facilitar el emborronamiento con el dedo meñique y el canto de la mano.

3. La mano derecha tira del lápiz y la izquierda lo empuja, rompiendo o clavando a veces la mina en el papel.

4. Y por último debe señalarse que el niño zurdo debe aprender a realizar con su mano izquierda unos movimientos que se le enseñan muy a menudo en el aula con la mano derecha.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el hecho de ser zurdo no implica o conlleva obligatoria a una escritura en espejo o rotacismo.




¿Cómo mejorar la direccionalidad?

Para mejorar la direccionalidad es necesario trabajar cada grafía de forma ordenada, es decir, seguir un orden de los trazos que componen la letra o el número. Para ello, podemos marcar el punto de inicio con una flechita que indique la dirección que debe seguir. En estas edades conocen bien todas las letras en mayúscula y los números, y en este trimestre nos estamos iniciando en la escritura de las minúsculas. 
Actividades tipo pueden ser:



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